lunes, 17 de noviembre de 2014

Desierto


Seca la piel de tanta envidia abrasiva
Secos los labios, faltos de humedad
Secos los ojos de tanto llorar
Seca el alma se hace esperar.
Secos los días vacíos de amor
Seco el viento de extraño dulzor
Seca las noches alguna tristeza
Seca alegría que trae certeza.
Rodeada, sitiada
un desierto de nada
sonrisa cortada
seca mirada.
Siembra y cosecha
tiempo y espada
espinas sin rosas
duelo del alma.

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